"¿Tienes una razón GRANDE para triunfar? por Olivia Reyes Mendoza
Todo aquello en lo que nos enfocamos crece y por eso es muy fácil caer
en una espiral negativa pues con todas las distracciones, retos, malas
noticias y contrastes --que la mayor parte del tiempo parecen indestructibles-- todo mundo tiene más razones para seguir en el mismo lugar y no atreverse a triunfar.
La mala economía, los padres, expareja, falta de dinero, de
preparación, etc., son factores que muy frecuentemente utilizamos como
un pretexto para no crecer y para no esforzarnos en cambiar.
Un
99% de la gente se lleva sus sueños a la tumba porque tiene una gran
abundancia de pretextos para explicar porqué no cambia su vida.
Pero he notado tanto en mi propia vida como en la de otras personas,
que cuando tienes una razón lo suficientemente grande para lograr las
cosas, es cuando todos los pretextos desaparecen, es cuando no existen
victimarios porque no tienes ojos para ellos y lógicamente aquí es donde
recuperas tu poder.
Tener un porqué lo suficientemente grande
es lo que te puede alinear en mente, cuerpo, alma y corazón con tus
deseos porque cuando tu razón es más grande que los pretextos, entonces
dejas de mirar a los obstáculos y dejas de entretenerlos y darles
atención.
Cuando tuve un porqué lo suficientemente grande (hace
7 años) todo cambió y como resultado encontré mi propósito y pude
dedicarme a escribir libros, dar conferencias y utilizar mis talentos y
creatividad en mis programas de coaching y ayudando a las personas con
mi proceso.
Hubo momentos en que estuve tentada a darme por
vencida porque no es fácil enfocarte con felicidad en tus sueños y
visualizarlos esperándolos con paciencia, fe y constancia.
Pero
mi RAZON para triunfar era demasiado grande como para darme por vencida
tan fácilmente en este nuevo camino y llegó el momento en que mis
resultados se dieron y el dinero empezó a llegar de fuentes inesperadas.
Posteriormente tuve dinero ahorrado en mi cuenta (algo que antes nunca
había pasado) y que me permitió dejar mi trabajo con toda tranquilidad
para ponerme a trabajar en mi propósito espiritual y así ha ido fluyendo
mi vida, en constante felicidad, prosperidad y dándome cuenta de que
los pretextos pueden ser muchos (la falta de apoyo de la familia, las
deudas, los problemas familiares, los problemas con el jefe, la falta de
dinero, el cansancio, la falta de energía, la falta de autoestima, la
falta de fe, lo mal que está el mundo, mi niñez dolorosa, el que dirán).
Todos esos son pretextos y al final de cuentas son lo que posiblemente te está frenando.
Cuando tengas una razón lo suficientemente grande para triunfar,
créeme... esos pretextos desaparecerán y solo tendrás energías para
perseguir tu objetivo y hacer lo que sea para lograrlo. A eso le llamo
enfoque como un rayo láser y es lo que te hará lograr tus sueños.
¿Qué es una razón lo suficientemente grande?
En mi caso personal por ejemplo, me encontré en una encrucijada entre
suicidarme o salir de problemas económicos un viernes por la tarde en
que al jefe de la empresa en que trabajaba "se le olvidó" firmar los
cheques de la quincena.
Yo no traía mas que veinte pesos en la
bolsa y mi desesperación y hartazgo fue tanto que le pedí a Dios una
solución a tanto trabajo y tan poco dinero o la otra alternativa que me
llevara de este mundo.
A partir de ahí todo estuvo a mi favor y
se me dieron las llaves del Nuevo Paradigma para cambiar toda mi
experiencia de vida, tanto económicamente como en servicio,
flexibilidad de horarios, impacto en mi sociedad y crecimiento
espiritual.
Y esa fue mi RAZON.
Esa fue la herramienta
que me salvó de seguir pensando que alguien externo puede dictar lo que
gano, lo que hago, lo que como, en donde vivo, mi vida en general.
¿Y tú tienes una razón lo suficientemente grande para cambiar?
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